lunes, 25 de mayo de 2015

Prólogo




Medusa | Charmaine Olivia


Era tan sencillo bailar por la calle desierta con los ojos cerrados...
No había sombras oscuras que reptaran por las esquinas, ni gatos cheshire con sonrisas maquiavélicas en el cielo. Todo era suave y tierno en el fondo.
Pero abrí los ojos y descubrí que estaba en medio de una tormenta y mi barco se hundía. Tome aire pero las olas me lo arrebataron. ¿Cuándo me iban a decir que no había tierra firme?

Braceé desesperada, intentando mantener la cabeza en la superficie y aspiré todo el aire que mis pulmones pudieron acoger, pero después de meses me rendí y dejé que mi cuerpo fuera arrastrado por la corriente.

Las olas me envolvían. Girándome, trasteándome  y haciendo que  perdiera de vista la realidad que me rodeaba. Solo veía agua y más agua girando con furia a mi alrededor. Lo único en lo que podía pensar era en las rocas de bordes afilados y la sangre libre para diluirse en el océano.

Pero siempre había algo que me retenía en aquel remolino, dando vueltas y vueltas sobre mi misma sin llegar a ninguna conclusión... cada vez dolía más no poder extender un brazo y tocar aguas calmadas...

Pero de pronto una silueta borrosa se acercó y tiró de mi con tanta fuerza que el agua rompió su barrera.Una mano seguía sujetando mi brazo cuando salí del remolino.
Lo primero que vi de mi salvadora fueron sus cabellos, furiosas serpientes retorciéndose. Preparada para sentir como mi piel mudaba en piedra la miré a los ojos. Pero los encontré cerrados, escondidos tras unos párpados violáceos. Confusa la llamé y ella me respondió abriéndolos.

Mi cerebro se quedó en silencio al encontrarme con su mirada. Verla era como verse en un espejo.


"Te contaré la historia de varias mujeres y tu me escucharás, luego volverás al océano y nadarás con el resto de peces".